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Un alto funcionario de DOGE del Pentágono parece un fundador exitoso: su historia, simplemente no cuadra
Durante semanas, los funcionarios del Pentágono se habían estado preparando para la llegada del Departamento de Eficiencia Gubernamental de Elon Musk (DOGE), preguntándose a quién había elegido el hombre más rico del mundo para supervisar una revisión sin precedentes del departamento más grande del gobierno de Estados Unidos.
Ahora, Forbes se enteró de que uno de los empleados elegidos por Musk para tomar una motosierra y destruir el presupuesto de casi un billón de dólares del Pentágono es un empresario en serie con una maestría en estudios sobre terrorismo llamado Justin Fulcher, según un funcionario del Pentágono y otras dos personas informadas sobre su trabajo.
Un vistazo a su carrera sugiere que es un empresario exitoso: el fundador de una startup global de telesalud y una organización benéfica enfocada en impulsar el acceso a la conectividad a Internet y la atención médica en Carolina del Sur. También estuvo detrás de un plan de 500 millones de dólares para invertir en una planta de fabricación avanzada que fue aplaudido por la administración Biden.
Y al igual que muchos de los empleados de DOGE que lo precedieron, Fulcher, que inició su primera empresa de software cuando era adolescente, tiene habilidades de programación impresionantes, según antiguos colegas y colaboradores que hablaron con Forbes ; varias personas dijeron que afirmó haber realizado trabajos de programación para el FBI cuando era adolescente (el FBI se negó a hacer comentarios).
Pero un análisis más detallado de la carrera de Fulcher también sugiere que sus logros no siempre cuadran, según documentos internos de la empresa y entrevistas con 10 personas que han trabajado con él. La empresa de telesalud de Fulcher con sede en Singapur, RingMD, por ejemplo, se declaró en quiebra después de que él recaudara más de 10 millones de dólares de inversores. Su intento de reiniciarla en Estados Unidos dio lugar a un litigio con un socio comercial, que afirma que Fulcher le debe cientos de miles de dólares. Y la planta de fabricación de 500 millones de dólares promovida por la administración Biden parece ser una de las pocas reclamaciones que nunca se materializaron.
Las credenciales de Fulcher en materia de seguridad nacional tampoco están claras. En 2023 recibió una maestría en estudios sobre no proliferación y terrorismo del Instituto Middlebury de Estudios Internacionales de Monterey. Uno de sus profesores allí, Jason Blazakis, lo describió como “un tipo brillante y muy trabajador”. En su perfil de LinkedIn, Fulcher también afirma tener un doctorado en relaciones y asuntos internacionales de la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de Johns Hopkins. Pero John Bates, que supervisa los registros de los estudiantes en la universidad, dijo a Forbes que “no tenemos registros de este individuo como estudiante”.
La organización sin fines de lucro con sede en Carolina del Sur que Fulcher inició en 2023, Palmetto Initiative, declaró en su sitio web que era una organización benéfica pública estadounidense 501(c)(3). Pero el número de identificación de empleado de la organización no coincide con los registros del Servicio de Impuestos Internos. En una declaración, Shannon Wiley, asesora general de la oficina del secretario de estado de Carolina del Sur, dijo que la organización se constituyó como una organización sin fines de lucro, pero “no se ha registrado para solicitar fondos de caridad en el estado de Carolina del Sur”. El IRS se negó a hacer comentarios.
Fulcher no respondió a múltiples solicitudes de comentarios. Después de que Forbes lo contactara, el sitio web de la Iniciativa Palmetto eliminó la mención de que era una organización benéfica. En su página de LinkedIn, la mención de su doctorado en Johns Hopkins se actualizó para indicar que está “en proceso”.
El esfuerzo de Musk por implementar DOGE ha traído esperanza y desesperación a la fuerza laboral del gobierno federal, prometiendo reducir la burocracia y los costos que no han sido controlados durante mucho tiempo, y miles de empleos. En el Pentágono, donde los funcionarios planean recortar hasta 50 mil millones de dólares de su presupuesto, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, ha celebrado la llegada de DOGE. “Se incorporarán a lo que estamos haciendo en el Departamento de Defensa para encontrar fraude, desperdicio y abuso en el mayor presupuesto discrecional del gobierno federal”, dijo en un discurso en febrero. “Nos estamos enfocando tanto como podemos en las oficinas centrales y en las cosas importantes y de primera línea que nos permiten reinvertir en otras partes”.
El lunes, el portavoz principal del Pentágono, Sean Parnell, dijo en un video publicado en X que DOGE había identificado programas para recortar que “probablemente ahorrarían 80 millones de dólares en gastos innecesarios”, citando iniciativas vinculadas al “fortalecimiento de la democracia” y la DEI. “Estamos trabajando en estrecha colaboración con DOGE”, dijo.
Forbes no pudo determinar qué relación tenía Fulcher con el equipo DOGE ni si tenía autorización de seguridad. Forbes informó anteriormente que el personal de DOGE sería contratado directamente por el Departamento de Defensa para centrarse únicamente en el mandato centrado en la eficiencia.
El Pentágono se negó a hacer comentarios y remitió a Forbes a DOGE, que está supervisado por la Casa Blanca. La Casa Blanca se negó a hacer comentarios.
Desde 2020, Fulcher ha donado casi 40.000 dólares a legisladores republicanos y comités de acción política, según los registros de la FEC. Es un admirador de Musk desde hace mucho tiempo y, en 2017, en una solicitud para 30 menores de 30 años, le dijo a Forbes que el multimillonario era su “mentor soñado”. Más recientemente, ha pedido públicamente una mayor participación pública de las bases en el gobierno. “Cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en la historia actual de nuestra nación”, escribió en una publicación de blog de agosto de 2024. “Servir con valentía y contribuir de cualquier manera que podamos a la historia perdurable de Estados Unidos”.
Fulcher se mudó al sudeste asiático después de abandonar la Universidad de Clemson en 2011. Allí, fundó RingMD con el objetivo de ayudar a las comunidades empobrecidas con servicios de telesalud. En 2017, como parte de su solicitud para el programa 30 under 30, le dijo a Forbes que la compañía tenía médicos de más de 30 países que atendían a cientos de miles de usuarios de RingMD. “¡Hemos conectado literalmente a miles de personas para su primera conversación con un médico calificado!”, escribió.
Fulcher parecía encarnar al exitoso empresario de una startup y trasladó la empresa a una oficina de lujo en Singapur. Microsoft, que proporcionaba sus servicios en la nube Azure a RingMD, publicó artículos en su blog para promocionar el trabajo de Fulcher en la región. Ese año, fue seleccionado para la lista Forbes Asia 30 Under 30.
Pero en 2018, RingMD se quedó sin dinero, dejó de pagar a los empleados y se declaró en quiebra, según documentos presentados en Singapur y seis personas que trabajaron con él. En un correo electrónico de octubre de 2018, Fulcher se disculpó con los empleados y se comprometió a reembolsarles, pero sugirió que “los inversores están luchando activamente para que el equipo no reciba absolutamente nada”.
Este tipo de implosiones son típicas de las empresas emergentes, pero Fulcher no había terminado con RingMD y relanzó la empresa en Estados Unidos al año siguiente. Con una inversión no revelada de un médico de Boston llamado Ben Harvey, inscribió a la empresa en Y Combinator en 2020 y afirmó que la empresa ahora generaría 632.000 dólares en ingresos recurrentes anuales gracias a las iniciativas emergentes de telemedicina en Chile, Filipinas e India. La atención que despertó ayudó a recaudar una pequeña cantidad de financiación inicial, según Pitchbook.
Aunque la empresa no anunció ninguna otra ronda de financiación, Fulcher sí anunció inversiones a gran escala. En noviembre de 2023, antes de la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico, la Casa Blanca promocionó 50.000 millones de dólares en inversiones del sector privado en la región Asia-Pacífico. RingMD estaba entre ellas, afirmando que invertiría 5 millones de dólares en “infraestructura digital” para promover la telesalud en la India y 6 millones de dólares para modernizar el sistema de registros médicos del Ministerio de Salud de Vietnam. El Ministerio de Salud de Vietnam y un representante de Digital India, que supervisó la asociación de RingMD con la India, no respondieron a una solicitud de comentarios.
En el escenario de la Cumbre de CEO de la APEC en San Francisco, Fulcher anunció una noticia aún más importante: RingMD se había asociado con Pasaca Capital, con sede en California, para invertir en una planta de fabricación avanzada en Carolina del Sur para producir dispositivos médicos y productos farmacéuticos. La planta “generaría un valor de inversión estimado en 500 millones de dólares”, dijo, y agregó que “esta ambiciosa cifra trasciende las meras estadísticas”.
El proyecto sigue siendo un misterio. No se menciona en los sitios web de RingMD o Pasaca ni hay otros anuncios públicos sobre el proyecto. Pasaca y RingMD no respondieron a una solicitud de comentarios. Alex Parle, un ejecutivo del Centro Nacional para APEC, que organizó el evento de los directores ejecutivos, dijo: “Aparte de proporcionar el escenario para el anuncio, no tenemos otra conexión con el proyecto”.
Luego, en diciembre de 2024, Harvey, cuya inversión ayudó a relanzar la empresa en quiebra RingMD en los EE. UU., demandó a la empresa, alegando en una carta presentada ante el tribunal que Fulcher debía más de $500,000 por un anticipo en efectivo, honorarios de consultoría impagos e intereses. RingMD aún no ha respondido a la demanda. Harvey se negó a hacer comentarios. (En su LinkedIn, Fulcher todavía se incluye como cofundador actual de RingMD, pero no especifica su función; tan recientemente como en enero, Fulcher fue director y presidente de RingMD, según los registros comerciales de Delaware).
Ahora, tres meses después, Fulcher está ascendiendo en DOGE, donde su sueño de ser asesorado por Musk parece haberse hecho realidad. Su trabajo en el departamento de Asuntos de Veteranos ha recibido elogios tempranos de quienes interactuaron con él, quienes recuerdan “conversaciones positivas”, según un informe . Pero poco después de la llegada de DOGE, el departamento anunció que despediría a 1.000 trabajadores.
En el Pentágono, el trabajo de Fulcher tendrá un impacto mucho mayor, donde los funcionarios de defensa están considerando recortes que podrían afectar hasta 50.000 personas.
Este artículo fue publicado originalmente por Forbes US.
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David Jeans
Fuente: Forbes